Para algunos microemprendimientos, el monotributo puede ser una ventaja justamente por tratarse de un régimen simplificado, pero esto no siempre garantiza que el monto a tributar sea inferior, ya que en algunos casos nos encontramos que se termina pagando más que si el contribuyente fuese responsable inscripto.
Por esa razón, antes de inscribirse al monotributo hay que estudiarlo detenida y cuidadosamente.
Algunas actividades como las ventas, son las que muchas veces suelen no verse beneficiadas por el régimen, sobre todo en las categorías más altas. Uno de los puntos sensibles son las compras de mercadería para revender, ya que si la mayoría de los proveedores son responsables inscriptos, el comerciante debe absorber el IVA al no poder trasladarlo al cliente en cada compra.
Otro punto a considerar son las cargas sociales que se debe pagar por cada empleado. En caso que lo tenga (recordar que en categorías como J, K y L el contribuyente tiene la obligación de tener empleados), si el empleador es responsable inscripto la puede deducir de ganancias, en cambio esto no lo puede hacer si fuese un monotributista.
En todos los casos nuestra recomendación es que nos consultes cuando debas hacer una recategorización cuatrimestral, o antes de ingresar al régimen, para evaluar si es realmente conveniente y cuánto se debe tributar.